sábado, 19 de marzo de 2011

127 Horas


Atrapados en una gran historia.

Una obra importante de una historia sencilla, pero bien contada, sin necesidad de grandes foros o innumerables participaciones actorales, Danny Boyle (director) y James Franco (actor) han logrado construir una gran película en base a lo más importante en cualquier producción cinematográfica “el mensaje”.

La película es realmente sencilla contrastando con la inmensidad del lugar donde es ambientada, “El gran cañón” en Utah, sin embargo esto no desmerita para nada a la historia, que muy fácilmente pudo haber pasado como experimental o incluso de arte, sin embargo fue la buena realización de Danny Boyle y un poco el hecho de que fuera nominada a los Oscares la que la convirtieron en una exitosa película comercial.

La historia por si sola es fascinante y sin lugar a dudas digna de ser contada, sin embargo, no era fácil adaptarla, ya que la falta de movimiento he interacción del personaje principal podrían hacerla tediosa o incluso pesada, pero no es el caso, la narrativa de Danny es impresionante, muy inteligentemente contrastó la exclaustración de la historia con una edición ágil, de buen ritmo y en algunas partes incluso acelerada (sin que esto sea un defecto), nos mete de una forma periódica y creíble dentro de la mente de Aron Ralston (James Franco) haciendo que sus alucinaciones no se sientan falsas.

Es increíble la forma como Danny Boyle recarga la película sobre su actor (un tanto parecido a lo sucedido en “El cisne negro” con Natalie Portman y Darren Aronofsky) son hora y media de ver una increíble actuación de un hombre desesperado por continuar viviendo una vida plena, sin preocupaciones, ni frenos o ataduras ya sea física o emocionalmente, ¿y cómo haces para que no se involucre el tedio en dos horas de ver al mismo actor sin moverse?, con una excelente representación, una muy buena edición y una increíble puesta en escena, y yo considero que es precisamente esto lo que hace de 127 horas una película comercial, aún cuando estamos acostumbrados a ver planetas explotar, o meteoritos estrellarse contra las ciudades, es increíble lo que el director logra con su puesta en escena llevándonos de la tierra al agua y de regreso, mostrándonos con una toma lo enorme y lo insignificante que es el ser humano y la belleza de uno de los lugares más alegóricos de los Estados Unidos.

A pesar de ser un actor de pocas facetas James Franco se supera, por mucho, en esta producción representando a un joven perdido en la aventura que es frenado de golpe emocionalmente al sufrir un accidente, el papel requería de valor y compromiso con sentimientos muy humanos que James fue capaz de sacar a flote en los momentos precisos y aunque la edición lo ayudo bastante, no desmerita un excelente trabajo por parte del actor.

La música es otro de los aciertos en cuanto a la narrativa de esta historia, acompaña de manera precisa cada instante y permite al espectador sumergirse no solo en la ambientación sino también en las emociones del personaje.

Es cierto que la película cuenta una historia sencilla de una sola locación y un solo actor, pero sabiendo que tanto la ambientación como la actuación son inmejorables, la música precisa, la edición exacta y la fotografía espléndida, no se le encuentran muchos “peros” a esta gran producción muy al estilo de Danny Boyle.

Dentro de las diez películas nominadas al Óscar el pasado domingo 27 de febrero, considero que 127 horas es la mejor opción para ir a ver al cine, por lo menos durante la primera mitad de Marzo.

por Daniel
http://www.qbilart.com/echalecacaro.html

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