viernes, 2 de julio de 2010

Cuando hay una tercera tan buena, ¿quien necesita la cuarta?...


¡Increíble!, debo confesar que me encontraba un tanto preocupado por el estreno de una tercera entrega en la famosa saga de juguetes, esto porque después de la decepcionantes secuelas en la serie de Shrek, que amenaza con una cuarta película, en las que cada una es peor que la anterior (nota: la primera queda de toda forma, tacita y textualmente, exenta de este comentario, la cual considero es bastante buena), me preocupaba que los productores de Pixar cayeran en el mismo error de avaricia que termina destruyendo espectaculares personajes por el deseo de exprimirles mas dinero.

Pero justo en el momento en el que apagaban las luces de la sala recordé que John Lasseter (escritor) respaldaba el proyecto y por si esto no fuera suficiente, Lee Unkrich (director) jamás permitiría que una serie como esta fuera destruida por el placer de hacer negocio.

Hablando en cuestión de calidad de producción y diseño, incluso poniéndonos exigentes, el trabajo es muy bueno, como ya es característico en las películas de Pixar, considero que lo realmente difícil podría haber sido que, contando con mejores programas de animación, la película quedara muy diferente a sus antecesoras, que la diferencia de calidad fuera visible y demasiado notoria en la pantalla, pero no fue el caso, de inmediato uno como espectador reconoce en la película a los mismos personajes entrañables de sus antecesoras.

Así que vayamos directamente a lo importante… la historia, desde el inicio esta muy bien desarrollada, manejando una narrativa similar a la de Toy Story 2, lo que liga desde el principio a la película con la segunda entrega en esta famosa saga; Un acierto mas en esta nueva secuela es el involucrar diseños de juguetes fácilmente reconocibles en papeles terciarios y secundarios, lo que facilita que el espectador se sienta identificado con los nuevos héroes sin la necesidad de saber mucho sobre su historia o su pasado.

Desde el momento en el que termina la introducción la película se desarrolla sobre una impactante línea dramática muchísimo mas fuerte que en los filmes anteriores, un dilema moral flota sobre los personajes que no nos deja relajarnos a lo largo de toda la película, por si esto fuera poco el clímax de la historia secundaria es tan fuerte que resulta casi imposible suprimir las lagrimas, el desenlace a este problema, aunque ligeramente flojo, esta manejado de forma muy inteligente, similar al de Toy Story 2 pero no tanto como para sentirse como una mala copia.

El final no deja de ser sorprendentemente realista, “y todo lo que esta palabra conlleva”, no quiero departir mucho en lo que significa, porque no estoy seguro de que todos los que lean este articulo lo hagan después de haber visto la película, pero desde que supe que Pixar presentaría una tercera entrega en la historia de juguetes estuve analizando un posible desenlace para los personajes y no encontré ninguno mejor al que presentan en la pantalla.

Ahora entiendo porque Pixar se arriesgó a realizar un nuevo filme de Toy Story cuando la segunda parecía tener tan buen final, agradezco que me permitieran ver a tan legendarios personajes una vez más y tristemente espero que sea la última vez que los vea en una nueva aventura, por lo que no puedo evitar terminar con una recomendación: ¡véanla!, y ¡véanla en el cine! Que para eso fue hecha.


Por Daniel

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