lunes, 3 de mayo de 2010

The legend of Sleepy Hollow







“Voy a contar lo que se que es verdad…”

Huyes desesperado, si te alcanza estas muerto, no puedes ver mas allá de un par de metros, el camino es vacilante, no hay en donde esconderse, está a unos cuantos pasos de ti y se sigue acercando a toda velocidad, tu corazón late sin control, sabes que no hay otra alternativa, por que no puedes pelear contra lo que se supone que no existe, a un hombre lo puedes enfrentar, a un tirano lo puedes destruir, pero… ¿Cómo vences a un demonio, a un fantasma, que quiere cortarte la cabeza?

Todo eso te puede pasar por la mente mientras un espectro te persigue con el único propósito de matarte; esa es la premisa de la leyenda de del jinete sin cabeza (the legend of Sleepy Hollow).

Una excelente adaptación en animación tradicional, un verdadero cuento de TERROR narrado de una manera sencilla; lo interesante de esta adaptación, es que a pesar de que Disney la plasma con su clásico toque dirigido al público infantil, fácilmente puede atrapar la imaginación de los adultos, es un cuento de fantasmas que te pone justo en el lugar del patético profesor de primaria Ichabod Crane y te deja sentir toda su desesperación e impotencia por salvar su vida.

La versión original en inglés, narrada por Bing Crosby es muy recomendable, pero para nosotros de audiencia hispana tenemos la gran oportunidad de verla narrada por nada más y nada menos que Germán Valdés TIN-TAN, su cautivadora locución, literalmente pone tu piel de gallina, y te transporta al desolado y oscuro bosque de Sleepy Hollow donde al jinete sin cabeza se le ve galopar en su caballo buscando una cabeza que cortar.

Y si todo esto que les conté no les da miedo al momento de verla, déjenme decirles que el cuento original de Washington Irving esta inspirado en acontecimiento reales del folclor alemán; “… el jinete sin cabeza era visto a menudo por aquí, un viejo que no creía en fantasmas, contó en la reunión del pueblo, que el jinete sin cabeza surgió de un oscuro hueco, lo persiguió cabalgando sobre arbustos, montañas y pantanos, cuando llegaron al puente, el jinete se convirtió en esqueleto, tiro al viejo al arroyo para después saltar huyendo como un rayo sobre las copas de los árboles…” extracto de la narración original de Karl Musäus.

Por CésaR




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